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El trabajo del abogado de gran despacho requiere mucho esfuerzo y es altamente exigente. Para ser socio hoy en día, hace falta algo más que una formación técnica muy sólida, hablar inglés como Shakespeare, trabajar muchas horas y tener unas capacidades comerciales por encima de la media. Hoy también es preciso tener suerte; estar con las competencias y habilidades adecuadas en el momento y sitio adecuado.
A principios del siglo XX, Paul Cravath cambió la forma de concebir la abogacía tradicional para dar paso al modelo de la abogacía de los negocios. Según dicho modelo, introducido en España por Antonio Garrigues en los años 70, cada abogado que entra en un despacho puede aspirar en unos cuantos años ( normalmente 10), a formar parte de la sociedad. Son Jóvenes seleccionados entre las mejores universidades, que son contratados por un salario determinado, se les evalúa cada año en función de horas facturables y otros criterios no técnicos y que después de mucho esfuerzo, la gran mayoría no llegan a ser socios.
En estos años el sector ha evolucionado mucho. Tanto que en 2010 Larry Ribstein puso en cuestión con «The end of the Big Law» la rentabilidad del modelo del partnership de Cravath. Además se han producido una serie de hechos en externos, que están cambiando la configuración del mercado legal, y que dificultan la posibilidad de acceder a la condición de socio de un despacho. Por mencionar algunos:
- Hay más abogados que nunca producto de la proliferación de universidades. En España hay 135.016 abogados residentes ejercientes, de los que 35.117 se concentran en Madrid (datos del Consejo Superior de la abogacía).
- El «up or out» no funciona. Se han introducido carreras alternativas a la de socio de cuota. Se alargan los años en la categoría de socio profesional, aparece la figura del «of counsel».
- Desde el año 2000 los despachos han crecido exponencialmente haciendo contrataciones laterales. Según la ALM Legal I desde el 2000 y hasta ahora el porcentaje de «lateral hiring» ha subido de un 70 a un 90%.
- La crisis ha hecho replantearse la forma de facturar a los clientes; el precio basado en horas facturables ha dejado ser la panacea como la rentabilidad real de los salarios de los socios. La ALM en 2012 publicaba que el 91% de los Directores de los grandes despachos creen que la gran mayoría de los socios no escaparían vivos de la ecuación coste/beneficio y por tanto habría que estudiar su posible salida.
- Con el desarrollo de las tecnologías algunas áreas del derecho han pasado a ser comodities.
Madurez del sector, crisis, cambio de modelo Y la gran pregunta: En este entorno jurídico ¿Cómo puedo conseguir llegar a ser socio en mi organización o en otra estructura?. La respuesta es CALIDAD Y EXCELENCIA, son la esencia y el matiz diferenciador del trabajo bien hecho, y reflejo de una sólida formación. Mi experiencia como seleccionador me ha enseñado que los socios que tienen mas autoridad y reconocimiento son los que reúnen una formación técnica excepcional y una serie de actitudes extraordinarias que les haces ser confiables, atractivos y profesionales excelentes para sus compañeros y clientes.
Voy a tratar de resumir las que por mi experiencia y siguiendo a Steve Colman, Kimberly K.Egan y Michael JAnderson entre otros entiendo que serían las mas relevantes:
- Actitud positiva desempeñando las tareas con ilusión, afrontando las situaciones desagradables con decisión. Los equipos estarán más motivados, rendirán más y el resultado final será satisfactorio.
- Esfuerzo Continuo, para conseguir satisfacer las necesidades y expectativas del cliente interno y externo. Es necesario estudiar y estar al día, pero no solo en el aspecto técnico. Conocer a las personas con las que trabajamos, compartir información con ellas, no tener miedo de expresar nuestras opiniones, ayudar a los compañeros sin colgarnos medallas que no son nuestras . marca la diferencia en cuanto a excelencia en el servicio.
- Centrarse/enfrascarse en el trabajo disfrutando de lo que se hace. 4.-Honestidad con uno mismo y con los demás: No justificar la falta de progreso en los demás o en hechos externos; actitud crítica y madura. Para hacer este ejercicio de forma completa es imprescindible la autoevaluación y el Feedback de los compañeros sin miedo.
- Es habitual que la carga de trabajo en los despachos sea excesiva. Por tanto establecer límites con uno mismo y con los demás. Saber decir que sí y comprometerse y saber decir que no. Un no es más difícil, pero expresa asertividad.
- Comunicación con compañeros, jefes y clientes; saber escuchar y transmitir, es la clave del trabajo correcto y fundamental llamar la atención de los clientes.
- Las críticas a los equipos/compañeros en privado e intentando que recaigan sobre el asunto, no sobre las personas. De esta forma nuestro interlocutor se sentirá mejor y podrá centrarse en los objetivos sin ponerse a la defensiva.
- Compartir la información que el cliente nos transmite del asunto con el equipo para que al tener todos los datos el tema se entienda en su totalidad y se puedan estudiar todos los aspectos en profundidad y asesorar con precisión.
- Gestión del tiempo/Delegar,Tratando de optimizar el tiempo propio y el de los demás. Evitando situaciones límite, con «dead Lines» imaginarios que restan credibilidad y queman a los equipos.
- Resolver problemas no crearlos.
- Es el resumen de las otras diez: Resiliencia: Lo que vale, cuesta mucho. El esfuerzo es primordial, la carrera en un despacho grande es alta competición, una maratón con pocos finalistas. «La capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas», es la definición que hace la Rae de Resiliencia.
Estaréis pensando que todo esto queda muy bien sobre el papel. Y con tantas horas de vuestro trabajo a vuestras espaldas sabéis que ponerlo en práctica no es fácil, Entonces se os viene a la cabeza lo de siempre . ¡que acaba siendo socio el que factura!. Y tenéis razón, pero factura porque trabaja con una calidad excelente, porque gestiona muy bien estas cualidades que son las que le permiten desarrollar contactos, y son sobre todo las que configuran una personalidad atractiva, seductora y carente de miedo. Siempre sin olvidar la importancia del factor suerte.