La exministra socialista de Defensa y Vivienda Carme Chacón se ha incorporado a Ramón y Cajal Abogados en calidad de socia ‘of counsel’.
Los despachos de abogados están aprovechando la incertidumbre política nacional e internacional para tomar posiciones en el mercado con la incorporación a sus filas de ex altos cargos políticos.
Aunque 2016 empezó con mucha fuerza para los cazatalentos especializados en el mundo jurídico, la incertidumbre política nacional e internacional ha provocado que el ritmo de contratación se haya ralentizado ligeramente después del tradicional parón veraniego.
Este frenazo, sin embargo, no ha significado que la vuelta al cole esté siendo tranquila para los departamentos de recursos humanos. La inercia en las contrataciones aún se mantiene, aunque los expertos consultados por EXPANSIÓN reconocen que tanto los bufetes como las asesorías internas de las grandes empresas están mostrando bastante más cautela en sus procesos de selección.
«Como en los demás sectores, la economía global, la situación de los mercados emergentes, el Brexit o las variaciones del precio del petróleo se dejan sentir también en los despachos, que se han vuelto más conservadores y exigentes a la hora de contratar», apunta Paula Fuentes, socia directora de F&B Consultores. Por eso, aún es pronto para saber si se repetirán en 2016 las mismas cifras que en el ejercicio anterior, en el que se produjo un crecimiento medio del número de abogados de un 5,4%, según los datos del ránking que publica este diario.
Grandes nombres
Sin embargo, la ralentización vivida en los últimos meses apenas se está notando en los puestos sénior en los que se están produciendo movimientos de mucho calado. Así, uno de los fichajes más relevantes que se ha producido en las últimas semanas fue el de la exministra socialista de Defensa y Vivienda Carme Chacón, que se ha incorporado a Ramón y Cajal Abogados en calidad de socia of counsel.
No ha sido el único exministro que en 2016 ha decidido volver a la esfera privada, ya que el extitular de Justicia Francisco Caamaño se incorporó a CCS abogados para liderar su departamento de derecho público.
La llegada de ex altos cargos públicos al sector jurídico no es la única tendencia que están viendo los cazatalentos. Y es que este impasse está siendo aprovechado por muchos despachos para tomar posiciones en el mercado y tantear a grandes espadas de la competencia ahora que el ritmo de trabajo es algo más tranquilo.
Este trasvase de talento, que está dejando descabezada alguna práctica por la salida de abogados de peso, es una de las causas principales que está obligando a los bufetes a cubrir huecos en puestos sénior, además de para «reforzar un área concreta o bien de nueva creación, así como para dar respuesta al portfolio de clientes», comenta Marta del Coto, consultora de Iterlegis.
Y es que, además de reconocidos nombres con una agenda de contactos de primer nivel, los bufetes están a la caza de socios con capacidad real y rápida de generar negocio. Como explica Ignacio Bao, presidente de Signium, en el mundo legal ya no se dan segundas oportunidades: «Los fichajes se producen sólo si hay una cartera garantizada, que esté acompañada de una capacidad de generación de negocio que vaya desde los 300.000 euros hasta los 2,5 millones de euros, dependiendo del tamaño de la firma». Quien no cumple se va fuera en el siguiente ejercicio.
Por este motivo, Alejandro Kress, director asociado de Shilton Sharpe Quarry, recuerda que «los bufetes miran cada vez más de cerca la rentabilidad por abogado». No en vano, los despachos han experimentado una reestructuración interna importante en los últimos años con el objetivo de mejorar estos ratios.
Esto obliga a los cazatalentos a analizar la facturación generada en el despacho de origen. «Si en el de destino tiene un ecosistema similar, probablemente el nuevo socio llegue a la misma facturación», explica Sancho Peña, director de Page Executive Legal, quien recuerda que hoy en día «la parte comercial es muy importante, ya que se quiere que el abogado haga crecer el negocio».
Áreas
Aunque la falta de Gobierno en España tiene en stand by algunas grandes operaciones, los departamentos de mercantil siguen siendo los que lideran los fichajes en el sector legal. Movimientos de mid market, fases previas al cierre de grandes asuntos o transacciones en las que están inmersas diferentes jurisdicciones justifican el movimiento en esta práctica, que continúa a la cabeza de un podio en el que también están otras áreas tradicionales como la de financiero o la de fiscal.
«Además, la recuperación del mercado inmobiliario ha provocado una mayor demanda de abogados especializados en esta área, aunque en Reino Unido el Brexit haya traído una paralización en la City de compras de activos, al menos temporalmente», explica Alejandro Kress. Después de años en los que los despidos eran la tónica predominante tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, esta practica está volviendo a coger fuerza, al igual que las de procesal y penal-económico.
Además, otra tendencia que apuntan los cazatalentos es la diversificación del negocio de los clásicos despachos multidisciplinares. Esta estrategia está llevando a la creación de nuevas prácticas en las firmas, que necesitan mucho más que la experiencia de un único socio. Por este motivo, cada vez se están produciendo más fichajes de equipos completos de la competencia o integraciones de pequeñas boutiques especializadas en grandes firmas.
Otro de los departamentos en los que se empieza a ver mucho movimiento es en el de TIC, propiedad intelectual y protección de datos, ya que muchos bufetes están empezando a posicionarse en el mercado ante la entrada en vigor del nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos en 2018.