PAULA FUENTES – FB CONSULTORES

Expansión 06/03/2018

Un estudio reciente afirma que solo el 23% del tiempo de trabajo de un abogado es automatizable, las nuevas tecnologías pueden hacer algunos de los trabajos de los abogados, pero no pueden sustituirlos.

El sector legal también está cambiando. Los clientes demandan calidad y eficiencia, se trabaja a otra velocidad, de forma diferente, con nuevos conceptos, palabros a los que nos estamos acostumbrando fruto de las nuevas tecnologías. En consecuencia, surgen nuevos modelos de negocio y se hace imprescindible adaptarse a la nueva realidad digital y contar con profesionales con habilidades que nosotros no dominamos.

Un estudio reciente de McKinsey afirma que solo el 23% del tiempo de trabajo de un abogado es automatizable, las nuevas tecnologías pueden hacer algunos de los trabajos de los abogados, pero no pueden sustituirlo. Frank Levy del Mit y Dana Remus de la Universidad de North Caroline concluyen que solo el 13% del trabajo de un abogado es sustituible por ordenador.

La ALM confirma que el 73% del trabajo ‘legal’ ahora se realiza internamente y un 2% adicional por parte de los proveedores de servicios. Eso significa que las firmas de abogados solo tienen una participación de mercado del 25%. Este cambio viene producido por el uso de las tecnologías.

Las tecnologías
Big data, proceso de recolección de datos para analizarlos con el fin de encontrar información no evidente y patrones que se repiten para poder almacenarnos de forma ordenada y utilizarlos en fines diversos.

NLP, tecnología de base para poder entender e interpretar el contenido de los escritos y poder integrarlo dentro del resto de tecnologías.

El IA/Machine Learning, es el primer paso de la IA es una herramienta informática, que permite crear sistemas que a base de información suministrada/ introducida por personas, son capaces de aprenden de forma autónoma e identificar y repetir patrones complejos estableciendo conexiones para poder ser aplicadas en múltiples tareas y tomar o proponer decisiones y recibir entrenamiento para mejorar; revisión de contratos y documentos, predicciones sobre el estado de algunos asuntos. Mejora toda la pare de Gestión del conocimiento y por tanto en el delivery de los asuntos y la rentabilidad del trabajo por abogado: Kira Systems utilizado por Cuatrecasas, Luminance y Ravn Uría, Collaborate (GC) de Garrigues y Proces@. Jurimetria para predecir los tiempos de los pleitos, juzgados, etcétera, de Wolters Kluwer.

El blockchain, herramienta de seguridad digital que aporta seguridad a dicha comunicación, valga la redundancia. Es básico en todos los asuntos jurídicos derivados de temas de contratación smart contract, confidencialidad de las transacciones y por supuesto para la confirmación o no de la identidad real de una persona en Internet. Funciona a partir de algoritmos que dan certeza y precisión a estas comunicaciones y de una comunidad de usuarios que dan validez o no a dichas transacciones. Hasta ahora la validez para las transacciones o firmas nos las daba el funcionario público o los bancos/Paypal, en este caso es un registro informático (ledger) del que toda la comunidad participa en el que todos tienen que estar de acuerdo para que tenga validez.

Bots: robots que permiten realizar tareas automatizables y sin valor añadido en las que no hace falta intervención del abogado: La constitución de sociedades, impuestos, comunicación entre despacho y cliente.

ODR: Es una tecnología que da la posibilidad a personas físicas y empresas para elegir su árbitro, independientemente del lugar donde esté este profesional. Hace posible que todo el proceso se desarrolle online.

E- Discovery: tecnología que permite trabajar sobre procesos en los que se investigan datos que estén en la red para utilizarlos como prueba en procedimientos civiles o penales.

Contract drafting: sistemas que, una vez programados por abogados expertos, ayudan a la redacción de contratos completando un cuestionario que tiene en cuenta todas las posibles variaciones.

¿Cómo impactan?
– Nuevos modelos de negocio: Riverview law, Korum legal, Zico Legal y despachos tradicionales que tratan de adaptar y reconducir servicios/productos que son automatizables en nuevas líneas de negocio o asociándose con esos nuevos modelos: Ashurst+Axiom, Dentons+Nextlawlabs, etcétera.
– Comunicación diferente y muy rápida: Se hace necesario potenciar la Imagen de la Marca a través de las redes sociales.
– Nuevos puestos de trabajo en el sector algunos de los cuales aún los sigue asumiendo el Director de Tecnologías: chief data officer; responsable de datos de la compañía; analistas de datos y responsable de CRM; community manager; responsable de experiencia de cliente;
– Democratización de la información: el nuevo entorno crea nuevos hechos jurídicos, y en consecuencia nuevos derechos, delitos y vulnerabilidades para los despachos y sus clientes que hay que proteger. EL IOT, es decir objetos conectados con las personas y con capacidad para acumular y transferir datos a veces en redes no seguras hace necesaria la ciberseguridad. La facilidad de acceso a la información obliga tanto al regulador como a las firmas a establecer normativas y sistemas de control de seguridad, para impedir que la información de sus clientes y la suya propia sea hackeada adaptados al nuevo entorno. Sistemas como nubbius ayudan en este tipo de procesos. Surge el desarrollo de nuevas leyes que adaptan las leyes a las nuevas realidades.
– Negocios nuevos: legaltech surgen para facilitar, hacer más eficientes los trabajos de los abogados: Legal Zum, Lawpay, Ravn, Lex Machina. El número se ha triplicado en tres años. litigation finance; son compañías cuyo objeto es levantar capital para litigar tanto como abogado como demandante.
– Open spaces: Deslocalización de los puestos de trabajo, no hay sitios fijos.
– Profesionales de generaciones varias y culturas diferentes; la clave es aprender unos de los otros. Se hace necesario trabajar en acortar las distancias entre las formas tan diferentes de concebir el negocio del asesoramiento jurídico.

La facilidad de acceso a la información y su correcta protección, la falta de regulación/norma para proteger los nuevos hechos jurídicos y la falta de preparación de algunos abogados para poder afrontar los cambios son las incertidumbres a resolver. Se hace necesario educar a las personas en habilidades para que mejoren a las máquinas, para que los servicios jurídicos sigan siendo de calidad, seguros y rentables.

El impacto de las nuevas tecnologías en el sector legal.

POR PAULA FUENTES – FB CONSULTORES