A la hora de abordar la obligada cuarentena podemos seguir una serie de sencillas recomendaciones:
- Establecer rutinas. O seguir en la medida de lo posible las rutinas que tenían los niños hasta antes del confinamiento. En los momentos en los que estaban en clase en el caso de que sean muy pequeños definir tramos de horas en los que a uno de los cónyuges le toca estar con los niños, mientras el otro trabaja. De forma que el cónyuge que no está trabajando tenga claro el momento en el que puede reunirse o trabajar sin el temor a ser interrumpido.
- Definir un horario semanal que sea flexible. En el que claramente tendrán que estar organizadas:
- Las tareas de la casa que cada día va a asumir cada uno de los cónyuges: plancha, colada, cocina, compra.
- Los horario de los niños, comidas, estudios y juegos deberían mantenerse en la medida de lo posible lo más parecido a la situación previa a la crisis.
- El horario de comidas, así como salir con la lista de la compra ya hecha y así evitar perder tiempo en el supermercado.
- Las cargas de trabajo de la empresa que tiene cada uno para así poder repartir las tareas del hogar.
- Establecer momentos de ocio/desconexión tanto para los niños como para los padres. Ya sabemos que ver videos no es la mejor forma de ocio para los niños. Sin embargo, en esto consiste la flexibilidad de estos días de crisis del Covid-19.
- No se trata en estos días de mejorar la calidad de cada uno de nuestros trabajos ni de ser los mejores cuidadores y de tener la casa como «los chorros del oro», sino de poder compatibilizar y trabajar en los dos espacios: oficina y casa.