Harvard Business Review ha publicado el siguiente artículo de Amy Jen Su, cofundadora y socia directora de Paravis Partners —una firma especializada en coaching para ejecutivos y grandes empresas—, sobre la cuestión de la confianza en el seno de las organizaciones:

Confianza es una palabra usada muy a menudo, pero ¿qué queremos decir realmente cuando hablamos de confianza? ¿Por qué cimentar la confianza nos preocupa tanto? Y ¿qué podemos hacer como líderes para incrementar la confianza en nuestros equipos?

La confianza es algo difícil de definir y analizar porque suele manifestarse como un sentimiento visceral más que como una elección. Por todo ello es complicado identificar por qué confiamos más en una persona que en otra.

Para crear un ambiente de trabajo en el que prolifere la confianza, necesitamos entender cómo funciona realmente: cómo surge, crece y se rompe. Existen, para ello, una serie de preguntas que nos ayudan a entender las redes de confianza y que podemos separar en dos bloques.

Confianza en los procesos:

  1. ¿Confías en los miembros de tu equipo tanto como para dejarles hacer? Muchas veces los equipos fracasan a la hora de conseguir sus objetivos porque hay un elemento «no fiable». Da igual el lugar que ocupe en la jerarquía. Los líderes, en tanto que en una posición de poder, pueden evitar estos fallos: si lo que se desea es fortalecer una red de confianza, es necesario crear un ambiente que propicie la comunicación:
    • Establecer regularmente encuentros de tú a tú con los miembros del equipo: la única forma de resolver los problemas es conocer su existencia.
    • Ser justo cuando se da feedback: cada integrante del equipo debe responsabilizarse de sus cometidos, por lo que hay que establecer un equilibrio entre lo que se espera de ellos y lo que se les exige.
    • Acercarse a aquellos miembros del equipo que libran una batalla silenciosa: el ocasiones algunos integrantes del equipo no se sienten con confianza acercándose al líder del equipo con un problema. Hay que saber leer las señales: desmotivación, bajada de productividad, altos niveles de estrés…
  2. ¿Confías en que los integrantes de tu equipo tengan buen juicio? Si sientes que todas las decisiones tienen que pasar por tus manos, tienes un problema. ¿Qué hacer en estas situaciones?
    • El buen juicio es un músculo, ayuda a tu equipo a fortalecerlo. Muestra a tu equipo las razones que te llevan a adoptar decisiones concretas, de tal forma que les permita comprender las prioridades de la compañía y los factores que deben tener en cuenta para hacer buenos juicios en el futuro.
    • Aceptación de que el fracaso sucederá, y está bien. Tienes que dar un margen a los miembros de tu equipo para que puedan equivocarse y aprender de sus errores.
    • Cuando un miembro del equipo hace un juicio pobre de alguna cuestión, trata de entender su línea de pensamiento, no des nada por sentado, sé curioso.
  3. ¿Confías en los miembros de tu equipo para que te representen a ti y a la organización? La decisión de ofrecer a los integrantes del equipo una mayor visibilidad, tanto interna como externa, es una forma de demostrar confianza. Si dudas en hacerlo deberías preguntarte por qué. Para mejorar la confianza en tus subordinados deberías:
    • Prepara a tus empleados para el éxito.
    • Proporciona oportunidades de coaching y mentoring a aquellos con más potencial e interés.
    • Deja claro quién es la persona encargada de los contactos importantes.

Confianza en los principios:

  1. ¿Confías en la discreción de tus subordinados? Compartir información es una forma de tejer redes de confianza pero hay que tener en cuenta la brecha de seguridad que supone. Por otro lado, si el equipo no dispone de toda la información, difícilmente podrá desarrollar bien su trabajo.
    • Sé claro en la información que compartes con el equipo y deja claro cuando se trata de información sensible o confidencial.
    • Pon reglas a la hora de compartir y tratar la información.
    • Sé una fuente accesible, de tal forma que tus subordinados puedan apoyarse en ti cada vez que tengan dudas.
  2. ¿Confías en que los miembros de tu equipo respeten la seguridad psicológica de los otros? Es necesario mantener un ambiente de trabajo sano y libre de prejuicios, de tal forma que no se pierdan capacidades de los miembros del equipo.
    • Orientar las discrepancias hacia modelos constructivos de resolver el conflicto.
    • Tolerancia cero con el bullying.
    • Fomentar la cultura del aprecio mutuo.
  3. ¿Confías en las intenciones y motivaciones veladas de los miembros de tu equipo? Aunque no puedes controlar las intenciones y motivaciones de cada uno de tus subordinados, puedes tratar de orientarlas hacia el trabajo en equipo.
    • Rompe con los “silos”, evita que tus subordinados pierdan la perspectiva de que forman parte de una organización más grande y trata de hacerles entender su función dentro de la misma, la importancia del trabajo individual en el resultado global.
    • Ten en cuenta que las personas pueden no ser el problema. ¿Acaso el sistema de recompensas favorece la acción individual? ¿Se pueden crear estructuras que favorezcan el juego en equipo?
    • Ten predisposición a tener conversaciones directas. No recompenses el mal comportamiento, haz saber a tu equipo que el éxito vendrá determinado por su capacidad de trabajar de forma conjunta.

Estas preguntas contribuyen a crear un ambiente de confianza y a identificar los puntos a resolver o fortalecer. La confianza no solo empodera a los integrantes del equipo, sino que también fortalece la posición del líder.